¿Cómo han sido las experiencias de quienes se han manifestado ante el Dalai Lama en California? Los participantes narran como, lejos de quedar en ellos una mente abrumada o infeliz, vinieron y se fueron con una mente muy positiva, y mucha gente con quienes ellos hablaron así lo atestiguan. Las manifestaciones han sido poderosamente positivas. Aquí se citan solo 7 ejemplos, como muestra de las muchas buenas anécdotas que encontraron las más de 200 personas que participaron.
1.Una estudiante se muestra muy agradecida de que pidamos explicaciones.
De: Eva Arias, practicante de Doryhe Shugden de Connecticut
Una estudiante de la Universidad de Santa Clara regresó tras sus clases al lugar de la manifestación para obtener más información. Tras recibir explicaciones sobre el propósito de la manifestación y formular agudas preguntas, dijo mostrarse agradecida por el hecho de que alguien cuestionara al Dalai Lama por sus acciones. Se fue con una copia del libro [The False Dalai Lama], el deseo de profundizar más en el tema y muy agradecida al grupo manifestante.
2.La señora tibetana que apreciaba lo que hacíamos.
De: Kelsang Lhadron, Kelsang Lhadron, monja budista americana y practicante de Doryhe Shugden de Nuevo Mexico
Mientras entregaba los panfletos informativos en la esquina del Symphony Hall [en San Francisco], una señora tibetana se me aproximó y me dijo rápida y silenciosamente “Muchas gracias por todo lo que estáis haciendo” y siguió caminando.
3. Más tibetanos contentos de que estuviésemos en Berkeley.
From: Kelsang Samatha, monja budista americana y practicante de Doryhe Shugden de Nueva York
Mientras esperábamos que el autobús saliera de regreso de Berkeley a San Francisco, una pareja de tibetanos nos miraron con agradecimiento diciéndonos “Muchas gracias”.
4. Incluso el guarda de seguridad se marchó feliz.
De: Kelsang Norbu, monje budista americano y practicante de Doryhe Shugden de Florida
El guardia de seguridad en el Forum en Los Angeles me dijo que en un principio había pensado “Oh, no!” cuando le dijeron que su puesto iba a ser junto a los manifestante, pero antes del final del día ya sintió que había sido su mejor jornada de trabajo. “Todo el mundo fue muy amable y simpático!” Estrechándome la mano se mostró visiblemente feliz y sonriente.
5. “Si, ¡haré oraciones!”
De: Kelsang Dechok, monja budista americana y practicante de Doryhe Shugden de Nuevo Mexico
En Berkeley, una señora se me aproximó con el panfleto informativo en su mano. Hablaba con voz suave y padecía alguna minusvalía física. Me dijo: “He leído esta información y no lo comprendo del todo, ¿podría explicármelo?” Le hablé sobre la situación, como la prohibición de la práctica ha significado la expulsión de cientos de monjes de sus monasterios y que se les están negando derechos básicos como atención médica y educación. Zarandeó la cabeza y dijo “¡Qué triste!¿Puedo hacer algo para ayudar?” Le dije que, si podía acceder a internet, podía firmar la petición en change.org. Dijo que no tenía así que le ofrecí que leyera el libro “El Falso Dalai Lama” e hiciera oraciones. Ella se mostró muy feliz diciéndome “¡Si, leeré el libro y haré oraciones! ¡Muchísimas gracias por lo que estáis haciendo!”.
6. One young man decided to join in.
De: Kelsang Nyema, monja budista americana y practicante de Doryhe Shugden de Carolina del Sur
Tras la charla del Dalai Lama en The Forum de Los Angeles, un joven se nos aproximó a Kelsang Chogo y a mí preguntando, “¿Puedo unirme a vosotros?” Chogo and yo tardamos en reaccionar, dada esta inesperada petición de alguien que venía de escuchar al Dalai Lama hacía solo unos minutos, pero le dimos la bienvenida y una pancarta de “Danos libertad religiosa”.
Cuando concluimos la manifestación le agradecimos por haberse unido y nos respondió: “Estoy muy contento de haberlo hecho”, “La energía aquí dentro[ entre los manifestantes ] es mucho más positiva que cuando estaba ahí [ señalando a The Forum ].”
7. Otras personas que abandonaban la charla del Dalai Lama en Los Angeles hicieron comentarios parecidos.
De: Kelsang Choma, monja budista americana y practicante de Doryhe Shugden de California
Fuera del Forum en Los Angeles, un señor nos dijo que estaba muy decepcionado con la charla a la que acababa de asistir. Salió antes de tiempo y dijo que había sentido que al Dalai Lama le había corrompido el poder y ahora solo era un político.
Mientras otras tantas personas salían del Forum, muchos se nos aproximaron interesados en leer el libro y los panfletos. Muchos otros paraban sus coches y venían a nosotros pidiéndonos información, de manera amable y abierta.
¿Las manifestaciones fueron magníficas y hemos pasado unos momentos memorables! Han sido acciones compasivas y con mucho significado, junto con Sangha de todo el mundo, con el deseo de proteger la vida espiritual de los practicantes de Shugden. Coreamos las consignas (e incluso bailándolas un poco). Estábamos llenos de bendiciones y de amosr. Sin lugar a dudas han sido estupendas ¡algo memorable en mi vida!
Ya he reservado mi billete para ir a DC y creo que otros muchos compañeros de San Francisco han hecho lo mismo. Incluso familiares míos no budistas se nos unirán allí…