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La experiencia de una persecución religiosa: “Una llamada a medianoche”

(Traducción de “A Knock at Midnight”, de Nick Longstaff)

Lo más valioso, en la vida de quien tenga descendencia, es su hijo/a. Desde el primer momento en que le acoges en tus brazos, tu corazón te pide proteger esa frágil criatura con cada uno de los átomos de tu ser. Deseas lo mejor para tu hijo, mantenerlo siempre a salvo y que disfrute de las libertades y las oportunidades que quizás tú no tuviste. Desgraciadamente se difunden en el mundo voces malévolas que insuflan temores, incluso sobre los corazones de los niños.


“Nos atacaron alrededor de un centenar de personas. Si hubiéramos salido de nuestra casa, seguramente nos habrían matado.” Pema Thubten recuerda así la noche en que una banda de seguidores del Dalai Lama atacó su casa. Arrojaron piedras a las ventanas y los cristales estallaron dentro de sus dormitorios. Intoxicada por el odio, la muchedumbre vertió queroseno sobre las puertas y prendieron fuego, esperando que éste consumiera a toda la familia Thubten.

Gritando obscenidades y lanzado piedras a la casa en llamas, sin importar que hubiera niños en el interior, la multitud demostró el destino inevitable al que llevan los prejuicios y la intolerancia que el Dalai Lama ha sembrado en sus mentes, al declarar, una y otra vez, que quienes veneran a Doryhe Shugden son responsables del fracaso en obtener la libertad del Tíbet, y del acortamiento de su propia vida -afirmaciones absurdas, que no se sustentan por ninguna lógica-, el Dalai Lama ha insuflado una atmósfera de odio, en la que ningún practicante de Shugden puede sentirse, ni él ni su familia, a salvo.


El escultor Lobsang Tsultrim dice “Tres veces al día tengo que ir a comprobar si mi esposa sigue bien y que nadie le haya hecho daño mientras está afuera pastoreando nuestras vacas.”
Su esposa llora: “¿¡Cuántas veces han lanzado piedras contra nuestra casa?! ¡Y mi pequeño duerme dentro! ¡No me importa si nos matan a nosotros, pero temo que le hagan daño a nuestro hijo!”.


Hasta tal punto se está consintiendo la persecución, que los periódicos “Tiempos de Tíbet” y “Conocimiento” no tuvieron reparos en publicar un anuncio que declaraba: “Quienes están en contra del Dalai Lama han de ser combatidos con hombres, dinero y posesiones, es decir, por todos los medios, incluida la violencia”.


Jampel Yeshe fundó una casa de acogida en Delhi para los practicantes de Shugden que huyeron de la persecución vivida en los asentamientos tibetanos. Como réplica, el Departamento de Seguridad del gobierno tibetano en el exilio publicó un informe acusándole de ser un enemigo del Dalai Lama, y en los muros de los asentamientos tibetanos aparecieron carteles de “Se Busca”. Su familia fue tan seriamente amenazada que tuvo que enviar a su esposa y a sus tres hijos al extranjero.


Mientras sostiene uno de los carteles de ‘Se Busca’, declara: “Este es el nombre de mi esposa; también aparecen los nombres de todos y cada uno de mis hijos, con información concreta sobre la escuela a la que asisten. Estos carteles se han colgado por todas partes. Se entiende claramente que esto es una incitación para que nos maten.
”

Tuve que enviar a mis hijos al extranjero por razones de seguridad. Cuando mi hija de seis años de edad contestó el teléfono, unas voces anónimas le dijeron: “Vamos a matar a tu papá”. Esto le traumatizó tan severamente que estaba siempre pendiente de mi, tratando de cerrar las puertas e impidiéndome salir al exterior. Hemos estado separados durante bastante tiempo, los unos de los otros, madre y padre de los niños, esposo y esposa el uno del otro.”


La familia Thubten fue afortunada al sobrevivir al primer ataque en su casa y huyeron a Dehradun, aunque durante su ausencia los seguidores del Dalai Lama hayan irrumpido en su casa y destruido todo lo que la familia poseía. Ahora viven en las casas de acogida en Delhi y luchan por sobrevivir.


Jampel Yeshe vive solo, incapaz de acoger ya a su hija en los brazos, por temor a su seguridad si la tuviera cerca. Sus lágrimas señalan lo mucho que esto le duele. ¿Qué miedos le estarán rondando por su mente? sin seguro si su padre estará a salvo o no.

La intolerancia del Dalai Lama -una voz siniestra de odio-, ha traído el miedo a los corazones de los niños.

FUENTES:
Pema Thubten:
Documental de la televisión suiza (parte 2): http://www.youtube.com/watch?v=Aboblx-0zAs 0:25 – 1:27
Una entrevista a la Sra Pema: http://wisdombuddhadorjeshugden.org/interview5.php
Lobsang Tsultrim:
Documental de la televisión suiza (parte 1): http://www.youtube.com/watch?v=n5sOm-uQH9Y 8:15 – 9:50
Jampel Yeshe:
Documental de la televisión suiza (parte 2): http://www.youtube.com/watch?v=Aboblx-0zAs 2:05 – 3:55
Una entrevista a Jamphel Yeshe: http://wisdombuddhadorjeshugden.org/interview4.php
Carteles “SE BUSCA” – anuncios en los periódicos The Times of Tibet / Knowledge
Documental de la televisión suiza (parte 2): http://www.youtube.com/watch?v=Aboblx-0zAs 0:05 – 0:40

La única fuente de esta persecución

La gente tibetana no quería la prohibición de la práctica de Shugden ni la persecución que le siguió. Hasta 1996, en regiones enteras de la diáspora tibetana, el culto a Shugden era “casi universal entre la escuela dominante Gelug del Budismo tibetano”. Era visto como un protector de confianza que les había servido bien.

El Dalai Lama cambió su mente acerca de Shugden a mitad de los setenta. Él abandonó la práctica que su Guru raíz Trijang Rimpoche le había dado, y comenzó a aconsejar a otros que dejaran la práctica también. Algunos siguieron su consejo. La mayoría decidió continuar con su culto.

Puesto que el mero consejo no tuvo el efecto que el Dalai Lama había esperado, en 1996 emitió su decreto prohibiendo la práctica. Incluso después de esto, en muchos discursos expresó su decepción con el hecho de que la gente no estuviera abandonando la práctica y haciendo más para hacer cumplir la prohibición.

Con el fin de instigar la extrema persecución a los budistas de Shugden que se había visto en la comunidad en el exilio e incluso en el Tíbet, el Dalai Lama tuvo que hacer la emotiva (y obviamente absurda) afirmación de que el culto a Shugden suponía un riesgo para su vida y el motivo por el cual los tibetanos no habían sido capaces de regresar al Tíbet.

Con estas provocaciones, como él mismo admite, “despertó” al pueblo tibetano y creó el conflicto interno que ahora vemos.

En una reunión privada en el Trijang Labrang, el monje más anciano de la asamblea, el venerable guen Chonze, humildemente suplicó al Dalai Lama considerar retirar la prohibición del culto a Shugden, dada la atmósfera tan hostil que ésta había creado dentro de las comunidades tibetanas, y comparándola con la revolución cultural que los tibetanos habían sufrido de China. A esto el Dalai Lama respondió airado:

“No habrá ningún cambio en mi postura. Nunca retiraré la prohibición. Tienes razón. Será como la revolución cultural. Si no escuchan mis palabras la situación empeorará para ellos. Siéntate y verás. Sólo empeorará para ellos.”

En diciembre de 2013, el venerable guen Chozen fue atacado por cinco hombres armados con cuchillos, dentro del recinto del templo que había estado cuidando durante 60 años. No hay duda de que, a menos que la persecución del Dalai Lama a los budistas de Shugden cese, la situación seguirá haciéndose peor y peor.

     El Dalai Lama amenaza a su propia gente

“Continuaré hasta acabar la tarea que he comenzado. No retrocederé por unos cuantos individuos descontentos. Estoy decidido a llevar a la práctica las conclusiones de mi cuidadosa investigación y no dejaré la cosa […] Incluso individuos particulares puede que se arrepientan luego de tomarse ahora esto a la ligera con la esperanza de que las cosas quizás al final se arreglarán”

“El Dalai Lama tomó su decisión solo, pero sus seguidores se ven ahora forzados a unirse a la demonización […] Los cómplices se manifestaron en las calles para condenar a sus hermanos y hermanas, que empezaron a sufrir una grave discriminación.”

                                            Maxime Vivas, en el libro <Detrás de la sonrisa: La parte oculta del Dalai Lama>

 

 

El Dalai Lama reconoce que es la única fuente de la persecución a los practicantes de Shugden.

http://youtu.be/474k0GdXc

El Primer Ministro tibetano afirma que la prohibición de la práctica de Shugden es el deseo del Dalai Lama y ha de cumplirse, incluso si lleva a la división dentro de la comunidad tibetana.

 

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA IGNORADA

Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.

–La Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 11.1, Naciones Unidas (1948).

 

Ningún budista Shugden ha sido condenado por ningún crimen violento y aún así el Dalai Lama y sus representantes continuamente insultan a esta gente inocente al referirse a ellos como asesinos y terroristas.

Es vergonzoso que un jefe de Estado, y sus más reconocidos líderes, ignoren tan incomprensiblemente la presunción de inocencia –una piedra angular de cualquier sociedad libre.

Hubo un horrible asesinato en Dharamsala en Febrero de 1997. Geshe Lobsang Gyatso y dos de sus ayudantes fueron asesinados. Este caso nunca ha sido resuelto. Nadie ha sido acusado, ni mucho menos condenado. Hay muchos motivos posibles para este ataque puesto que Gen Lobsang Gyatso tenía muchos enemigos –él había escrito artículos avergonzando al movimiento de guerrilla tibetano, hombres que habían estado lidiando con una lucha violenta dentro de las fronteras del Tíbet durante cincuenta años– y se informó de que acababa de regresar de un viaje de captación de fondos con muchos miles de dólares en metálico.

Hay un vídeo de Prithvi Raj, Jefe de Policía del Distrito Kangra, haciendo alegaciones contra los practicantes Shugden. Las acusaciones que hace están basadas en pruebas que se demuestran erróneas o falsificadas. Él alega especialmente tener un registro de llamadas hechas por los asesinos a un teléfono registrado con el nombre de Geshe Chime Tsering, un miembro prominente de la Sociedad Dorje Shugden en Delhi… Geshe Chime Tsering no tiene ningún teléfono registrado a su nombre.

La única decisión legal hasta el momento ha sido una reprimenda contra la policía de Dharamsala por detener ilegalmente a miembros de la Sociedad Shugden de Delhi.

Incluso si los asesinos fueran budistas Shugden, acusar entonces a todos los budistas Shugden de ser asesinos, no es otra cosa que un vil prejuicio. No obstante todo esto, el Dalai Lama y sus representantes no han perdido ni una sola oportunidad para divulgar esta difamación.

“Este espantoso acto fue explotado hasta el fondo por el gobierno en el exilio con un solo objetivo en mente: el echar mano por todos los medios a su alcance de incriminar a la Sociedad Dorje Shugden en Delhi.”–Helmut Gassner, traductor del Dalai Lama en Europa durante 17 años.

¿Un Delito Penal el Rezar?

El 17 de Marzo de 2014, la Asamblea de los Representantes del Pueblo Tibetano aprobó una resolución que:

‘reconoce también a los seguidores Dolgyal […] como criminales’.

¿Qué clase de gobierno aprueba una resolución que condena a la gente como ‘criminales’ simplemente por preservar su fe y no aceptar creencias impuestas sobre ellos por su gobierno?

Como la doctora Stephanie Roemer subraya en su investigación: ‘La Administración Central tibetana no tolera ninguna oposición dentro de la “democracia” en el exilio’.

El Dalai Lama repite calumniantes prejuicios contra los practicantes Shugden, cuando ninguno de ellos ha sido nunca condenado por estos crímenes.

 

Una solución sencilla

Artículo 5 de la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas 48/128 de 1993 para la “Eliminación de todas las formas de intolerancia religiosa”-

 

 “Insta a los Estados a velar por que, en el desempeño de sus funciones oficiales, los funcionarios de los órganos encargados de hacer cumplir la ley y de la administración pública, los educadores y demás funcionarios públicos respeten las diferentes religiones y convicciones y no discriminen contra las personas que profesan otras religiones o convicciones;”

 

El Dalai Lama es el cabeza del estado de la Comunidad Tibetana en el Exilio. Para resolver esta crisis entre su pueblo, solo ha de reconocer y aceptar su deber de cuidar por todos los tibetanos y tibetanas en el exilio, no solo de quienes comparten sus creencias.

 

El Dalai Lama debe dar marcha atrás a su persecución aplicando los 4 puntos siguientes:

1. Permitir a quien lo desee, la libertad de practicar Doryhe Shugden
2. Parar completamente la discriminación contra los practicantes Shugden
3. Permitir que todos los monjes y las monjas Shugden que han sido expulsados regresen a sus monasterios y gocen de los mismos derechos espirituales y materiales como los no practicantes de Shugden
4. Escribir a las comunidades tibetanas en el mundo indicándoles que han de poner en práctica los 3 puntos anteriores.

EXCLUSIÓN DEL GOBIERNO Y EL SERVICIO PÚBLICO

“(1) Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.

(2) Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.”

—Artículo 21, La Declaración Universal de Derechos Humanos, Naciones Unidas (1948)

 

“Se urge a los Estados a garantizar que sus sistemas constitucionales y legales ofrezcan plenas garantías de libertad de pensamiento, consciencia, religión y creencia”

—Artículo 2, Eliminación de Todas las Formas de Intolerancia Religiosa, Resolución de las Naciones Unidas 48/128 (1993)

 

En una sociedad justa no habría discriminación en base a la religión, las leyes protegerían este principio esencial de la sociedad civilizada. Tristemente, debido a los esfuerzos del Dalai Lama dentro de la comunidad tibetana en el exilio, no solo existe tal discriminación, sino que la discriminación misma es amparada por la ley.

Al comienzo de la prohibición del Dalai Lama a la práctica de Shugden, el Ministerio de Salud del Gobierno Tibetano en el Exilio escribió a todos sus empleados. Su carta, fechada el 18 de Abril de 1996, incluía lo siguiente:

‘Si hay quien venere a Doryhe Shugden debe arrepentirse de su pasado y dejar de venerarle. Deben enviar una declaración de que dejarán de rendirle culto en el futuro. En caso de que hubiera alguien que no se atuviese a las palabras de Su Santidad en cuanto a renunciar a su culto a Shugden […] tal persona deberá presentar su dimisión. No hay otra alternativa para esa persona’.

 

Una Constitución que ampara la discriminación

En julio de 1996, el artículo 63, cláusula 2 de la constitución del gobierno tibetano en el exilio fue enmendado así:

‘El Juez Presidente de la Comisión Judicial y los dos jurados, deben, además de ser tibetanos, no rendir culto a Doryhe Shugden…’

Un documental alemán subraya la discriminación contra los practicantes de Shugden dentro del gobierno en el exilio y cómo la discriminación ha sido consagrada en la misma Constitución del exilio tibetano.

http://youtu.be/NeG4G_2oh

Políticos tibetanos de peso reconocen con toda crudeza la discriminación contra los practicantes Shugden.

‘La oposición del Dalai Lama a Shugden se hizo más patente en 1996 cuando la CTA prohibió la práctica de Shugden entre todos los funcionarios de la CTA y en la entera población monástica que estaba bajo su supervisión.’ –Dr Stephanie Roemer, en su libro “El Gobierno Tibetano en el Exilio: Política en General“.

“Haced una lista con sus nombres”

Las cartas enviadas por la Oficina Privada del Dalai Lama para prohibir la práctica de Shugden concluyen con las escalofriantes instrucciones siguientes:

‘Al implementar esta política, si hubiera alguien que continuara su culto a Dhogyal, haced una lista con sus nombres, apellidos, lugar de nacimiento, clase –en caso de estudiantes—, y la fecha de llegada, en caso de nuevas llegadas. Conservad el original y enviad una copia de esa lista. Por favor, compartid nuestra responsabilidad y rellenad un informe claro sobre la implementación de esta circular.’

Prueba de abusos de derechos humanos por parte del Gobierno Tibetano en el Exilio

Esta carta del Ministerio de Salud del Gobierno Tibetano en el Exilio es un claro abuso de los Derechos Humanos: obliga a todos sus empleados a o bien abandonar su fe en Doryhe Shugden, o bien dimitir.

Todas las personas deben ser libres de seguir la fe que elijan, sin injerencias (especialmente del gobierno).

A continuación se reproducen el anuncio del Ministerio de Salud del Gobierno Tibetano en el Exilio, junto a la traducción al inglés. Abajo (ver texto), la traducción en español.

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MINISTERIO DE SALUD - GOBIERNO TIBETANO CENTRAL DE SU SANTIDAD EL DALAI LAMA
ANUNCIO ESPECIAL PARA EL PERSONAL SANITARIO Y EMPLEADOS

Como todos sabemos[,] los oráculos de nuestro gobierno en el exilio señalaron repetidamente y con palabras claras que la veneración a Doryhe Shugden supone un peligro para el bienestar del Dalai Lama, además de suponer un peligro para la causa del Tíbet. Sobre todo, en los recientes discursos sobre Lamrim y Tamdrin Yangsang, Su Santidad se ha centrado de nuevo en la veneración a Doryhe Shugden. Adjunto se presenta un extracto de sus palabras. En lo concerniente a esto, todos los empleados del gobierno en Dharamsala han aprobado ya las resoluciones a favor. Dado que concierne a la causa del pueblo tibetano y sobre todo al bienestar de Su Santidad, no podemos dejar este asunto así. Por lo tanto[,] si no se haya entre nosotros nadie que venere a Doryhe Shugden, nosotros hemos de concienciarnos en no adorarle tampoco en un futuro. Y si hay quien venere a Doryhe Shugden debe arrepentirse de su pasado y dejar de venerarle. Deben enviar una declaración de que dejarán de rendirle culto en el futuro. En caso de que hubiera alguien que no se atuviese a las palabras de Su Santidad en cuanto a renunciar a su culto a Shugden, entonces, como no hay nada más importante que el bienestar del Dalai Lama y la causa tibetana, tal persona deberá enviar su dimisión. No hay otra alternativa para esa persona. Uno deberá también asumir la rigurosa responsabilidad de urgir a los familiares que veneren a Shugden a que abandonen esa adoración. En la reunión de los miembros relevantes del personal empleado se ha de hacer este anuncio. Aseguraos de que nadie venga con excusas de que no se ha enterado. También pedimos que se nos envíe inmediatamente la resolución firmada por todos y cada uno de los empleados.

Del Ministerio de Salud
c.c.: Secretario de Bienestar
Fecha: 18 Abril 1996 (Sello del Ministerio de Salud, firmado por el ViceSecretario General)

Si no estás familiarizado con los principios de los Derechos Humanos y la Libertad Religiosa, por favor lee la “Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones”, de las Naciones Unidas (1981)
Documento original publicado por la ONU (en español)
Se citan a continuación los primeros tres artículos de la misma:
Artículo 1
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho incluye la libertad de tener una religión o cualesquiera convicciones de su elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la observancia, la práctica y la enseñanza.
2. Nadie será objeto de coacción que pueda menoscabar su libertad de tener una religión o convicciones de su elección.
3. La libertad de manifestar la propia religión o las propias convicciones estará sujeta únicamente a las limitaciones que prescriba la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás.

Artículo 2
1. Nadie será objeto de discriminación por motivos de religión o convicciones por parte de ningún Estado, institución, grupo de personas o particulares.
2. A los efectos de la presente Declaración, se entiende por «intolerancia y discriminación basadas en la religión o las convicciones» toda distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en la religión o en las convicciones y cuyo fin o efecto sea la abolición o el menoscabo del reconocimiento, el goce o el ejercicio en pie de igualdad de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Artículo 3
La discriminación entre los seres humanos por motivos de religión o convicciones constituye una ofensa a la dignidad humana y una negación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y debe ser condenada como una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y enunciados detalladamente en los Pactos internacionales de derechos humanos, y como un obstáculo para las relaciones amistosas y pacíficas entre las naciones.

Ostracismo y negación de servicios

“Nadie será objeto de discriminación por motivos de religión o convicciones por parte de ningún Estado, institución, grupo de personas o particulares.”

Artículo 2.1 de la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones, Resolución de las Naciones Unidas 36/55 (1981).

En toda la comunidad tibetana en el exilio, tanto en India como en el extranjero, los tibetanos han sido obligados a realizar juramentos públicos de abandonar no solamente la veneración a Shugden sino incluso relacionarse con quienes lo veneren.

Por lo general estos juramentos refieren “no relacionarse nunca, ni materialmente ni a otros niveles,” con quienes veneren a Shugden. De este modo, las tiendas y restaurantes rutinariamente rehúsan servir a budistas Shugden. Instituciones públicas, tales como hospitales, clínicas y bibliotecas despliegan señales advirtiendo de que no se reciben a budistas Shugden.

Si se sospecha que una familia continúa su veneración, se le denuncia públicamente y se hace un llamamiento para que boicoteen su negocio, etc. La única forma de evitar esta persecución es comprometerse públicamente a abandonar la práctica de Shugden.

La expedición de la documentación para poder viajar se hace con la condición de demostrar que se ha jurado abandonar la práctica de Shugden.

Los siguientes vídeos y fotografías aportan evidencia de estos flagrantes abusos a los derechos humanos. Numerosos observadores independientes han descrito las campañas anti-Shugden de recogidas masivas de firmas para identificar y aislar a los practicantes de Shugden.

I swear on the name of His Holiness and glorious Maxor Gyalmo (Protectress Palden Lhamo) to never venerate and worship Dolgyal and to never have any relation on material and other levels with those who worship Dolgyal.
“En nombre de Su Santidad y de la Gloriosa Maxor Gyalmo (protectora Palden Lhamo) juro que nunca veneraré y oraré a Dolgyal y que nunca me relacionaré materialmente ni a otros niveles con quienes veneren a Dolgyal” Juramento Anti-Shugden del Instituto Budista Mahayana de Sutra y Tantra, Karnataka, Sur de la India.

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ESTE ES EL TIPO DE ANUNCIO MÁS REPETIDO Y RELEVANTE: (El texto dice:) “En este departamento bajo esta administración sólo se admite a quienes hayan prometido y tomado el juramento (de no guardar relación espiritual ni material con los devotos Shugden). Biblioteca Sera Mey (31 de agosto de 2008)

“Los oficiales de Dharamsala iban entonces entre las comunidades tibetanas haciendo que la gente firmara el juramento de dar completamente de lado a los devotos de Shugden, no compartiendo comida ni teniendo nada que ver con ellos.”

– Jamyang Norbu, Miembro Fundador del Congreso de la Juventud Tibetana.

Video 1 – Ostracismo –
Practicantes de Shugden describen la experiencia de su exclusión dentro de la comunidad tibetana en el exilio.

Video 2 – Denegación de servicios –
Evidencia gráfica de la segregación dentro de la comunidad tibetana en el exilio.

mundgod village
Anuncio colocado en los muros del Campamento 3 del asentamiento tibetano de Mundgod.
A los devotos de Avalokiteshvara: Cerca del restaurante “Amdo el bigotes” en el Campamento número 3, (hay) una tienda propiedad de una familia devota de Shugden del campamento número 4, así que se recomienda firmemente que no entren ni compren nada en su establecimiento.
Firmado: el grupo de vencedores del enemigo de la Oficina del Representante de la Administración Central Tibetana del Dalai Lama, Mundgod.

"Para

Para que los monjes reciban permisos de viaje necesitan una carta declarando que no veneran a Shugden

(El texto de arriba dice:)
“Al jefe del asentamiento tibetano, Gobierno Tibetano en el Exilio,

Nombre del estudiante……………….
Número del libro de la libertad………………
Número de certificado de refugiado……………..

Por la presente certificamos de manera preliminar, que se le permite viajar al extranjero, que tiene el Libro Amarillo y el Certificado de Refugiado, y que no tiene conexión con Dolgyal (Shugden). Así, humildemente solicitamos a la Oficina Tibetana Regional, Kashag (Gabinete Tibetano) y a la oficina de Delhi que amablemente emitan las cartas acreditativas con la finalidad de obtener los certificados para viajar lo antes posible al extranjero.
Colegio Shartse Norling.”

Public Notice This monastery is under pledge to dissociate itself from any individual or organization practicing Dorjee Shugden or having any association with Shugden Worshippers. Therefore, they are requested not to visit this unit of the monastery for any reason. Thank you for the co-operation. The Loseling Altruistic Medical Association (LAMA) is a charitable medical association registered with the government of Karnataka, India. This medical association runs Loseling Clinic, at Drepung Loseling Monastery, which is supposed to provide healthcare to all Tibetans, both ordained and lay.
Anuncio Público.
Este monasterio tiene la promesa de desvincularse de cualquier individuo u organización que practique Dorje Shugden y de no relacionarse con veneradores de Shugden. Por lo tanto, se les solicita a estos que no visiten esta unidad del monasterio bajo ningún motivo. Gracias por la colaboración.
La Asociación Médica Altruista Loseling (LAMA, por sus siglas en inglés) es una asociación médica sin ánimo de lucro del Gobierno de Karnataka, India. Esta asociación médica se encarga de la Clínica Loseling, en el Monasterio Drepung Loseling, que se supone ha de suministrar asistencia médica a todos los tibetanos, laicos y ordenados.
Sign at Tibetan Monastery in Sarnath, India
Anuncio en la entrada al Monasterio Tibetano en Sarnath, India
(en la foto aparece, en tibetano, inglés y chino, el siguiente mensaje:
“No pueden acudir ni estar en terreno del programa de enseñanzas que se está llevando a cabo quienes propicien a Dorje Shugden o tengan cualquier relación con sus seguidores.”)

 

6 verdades incómodas para quienes niegan la marginación que está ejerciendo el Dalai Lama contra los practicantes Shugden

Para quienes niegan que exista ningún tipo de discriminación contra los practicantes de Shugden y tratan de silenciar nuestras protestas, a continuación se detallan seis hechos que les pueden resultar incómodos.
 
1. Nadie niega la evidencia que mostramos de la segregación
En nuestras manifestaciones se exhiben y distribuyen fotografías de tiendas, restaurantes, servicios médicos, e incluso de la propia residencia del Dalai Lama, en las que se muestran los carteles que tienen colgados en su entrada, del tipo: “No se admiten practicantes de Shugden” y similares.
¿Os sentís cómodos con esto? ¿Mostraríais la misma indiferencia si dijeran “No se admiten Negros”, “Prohibida la entrada a Gays” o “Judíos fuera”?

La explicación de Samdhong, el ex primer ministro del Parlamento Tibetano en el Exilio, fue:

“Cuando los dueños de restaurantes y establecimientos cuelgan señalizaciones anunciando que quienes veneran a Dolgyal no son bienvenidos, están en el ejercicio de su libertad como propietarios, son sus derechos humanos fundamentales. […] Por no mencionar que, en los hospitales, a la gente infectada con enfermedades contagiosas se les pone en cuarentena y no se les permite que vean a otras personas.” 26 de Julio de 2014, India.

Con estas palabras se está comparando a toda una comunidad de fieles con una enfermedad contagiosa (!) ¿No es para sentirse incómodo con estas afirmaciones?
 
2. La página personal del Dalai Lama promueve esta segregación.
Comprendemos que la gente desee tener fe en el Dalai Lama –¿quién no querría que fuera verdad lo que su reputación dice de él?–, pero todo el mundo, especialmente quienes ejercen mayor poder e influencia, necesitan ser juzgados por sus actos, no solo por sus palabras.

La página personal del Dalai Lama lleva promoviendo, durante muchos años, la exclusión social total de los Shugdenpas, y realiza una llamamiento para que:

“todas las otras organizaciones tibetanas ni inscriban ni acepten como miembros a nadie que venere y adore a Dolgyal (esta Deidad budista nativa tibetana).” http://www.dalailama.com/messages/dolgyal-shugden/tyc-resolution

Los practicantes Shugdenpas de la comunidad tibetana en el exilio son ya, de por sí exiliados, si se le hace caso a este llamamiento entonces, sin ninguna duda, se les exilia de nuevo dentro de su propia comunidad.
 

3. Esta segregación se basa solo en que se profese una determinada fe, y nada más.
A pesar de la repetición de calumnias acerca de que los Shugdenpas son violentos y asesinos –aunque ni tan siquiera uno solo de nosotros haya sido declarado culpable, jamás, de ningún crimen violento–, la marginación a la que nos enfrentamos está basada simplemente en la fe que profesamos, nada más.

“Suponiendo que alguien hiciera la siguiente pregunta: ¿con el propósito de forjar la unión entre quienes han dejado de adorar a Dolgyal y quienes no, existiría alguna manera para que, a un adorador de Dolgyal, se le permitiera continuar con su práctica?, ¿cuál habría de ser nuestra respuesta entonces? […] Si alguien piensa que puede haber un modo por el cual la unión pueda crearse entre ambas partes, cambiando un poco de opinión para dar cabida a todo el mundo y permitir a los adoradores de Dolgyal continuar con su culto, entonces (debería entender que) no hay espacio para tal excepción. La única opción es, o continuar, o suspender su adoración.” – Samdhong, ex primer ministro del Parlamento Tibetano en el Exilio, 26 de julio 2014, India.

¿Dónde está la tolerancia y el amor en estos comentarios? La única opción que se les ofrece a los practicantes de Shugden es, o abandonar su fe, o ser rechazados de sus comunidades. ¿Te sientes a gusto con que, los partidarios más cercanos del Dalai Lama, no vean algún modo para que los Shugdenpas sean aceptados en su sociedad, a no ser que estos abandonen su fe?
 
4. El Dalai Lama se ocupa personalmente de vilipendiar a los Shugdenpas.

Antes de que el Dalai Lama empezara su campaña de oposición, los practicantes de Shugden eran miembros muy respetados y valorados dentro de la comunidad tibetana. Fueron muchos los Shugdenpas tibetanos que dejaron el Tibet con el Dalai Lama y ayudaron a formar la nueva comunidad en el exilio.

En la reciente conferencia de prensa del Dalai Lama en Birmingham, Alabama (en la Iglesia Baptista de la calle 16 -la ironía de lo cual no se nos escapa*) se refirió a:

“Este grupo, el grupo de practicantes de Shugden,” (señalando por encima del hombro adonde estaban los manifestantes) “a ellos también les vemos [implicados] en asesinatos.” 25 de octubre de 2014. Birmingham, Alabama.

Eso declaró, a pesar de que ningún Shugdenpa ha sido condenado por ningún crimen con violencia y que todas nuestras manifestaciones sean pacíficas y estén recibiendo elogios de las fuerzas del orden de todo el mundo.
Sin embargo, las calumnias sin fundamento que se están difundiendo contra los practicantes de Shugden no solo las realizan los seguidores del Dalai Lama, sino él mismo. Aquí va un par de ejemplos más:

“Los practicantes de Shugden han recurrido al maltrato e incluso al asesinato de personas. Han iniciado incendios y mienten sin parar. No es nada bueno.” India, enero de 2008.

“Los practicantes del Dolgyal son maleantes, primero mataron al director del Instituto de Dialéctica en Dharmasala […] por lo que su amenaza está siempre ahí presente.” India, enero de 2014.

Incluso si se hubiera dado el caso (que no es así) de que algún practicante de Shugden, actuando equivocada y absolutamente en contra de la fe budista, hubiera cometido, o tomado parte, en este tipo de crímenes horribles, aun así, seria absolutamente prejuicioso etiquetar de criminales a toda una comunidad.

Hoy en día, a menudo vemos este tipo de prejuicio dirigido también a musulmanes y a otros grupos minoritarios, tratándose de justificar comportamientos impropios hacia ellos. La mayor parte de la gente educada denuncia tales prejuicios. Por lo cual, nos preguntamos ¿hasta qué punto les resultará tolerable a los defensores del Dalai Lama, escucharle a él caer en este tipo de prejuicios, con los que pretende justificar la exclusión de toda una comunidad religiosa?
 
5. El Parlamento Tibetano en el exilio ha criminalizado la fe hacia Doryhe Shugden.
En el mundo moderno valoramos la separación entre la Iglesia y el Estado y se respeta la libertad de fe y de creencia como algo muy importante y personal. Sobre ellas, ningún gobierno, ni siquiera un Parlamento, podría dictar leyes ni declararlas ilegales.
Por ello ¿hasta qué punto nos puede dejar impasibles la Resolución de la Administracion Central del Tibet del 17 de Marzo? Una resolución por la que:

“declara también a los seguidores de Dolgyal y a otros […] como criminales en la historia.” http://tibet.net/dolgyal-shugden/tibetan-parliament-in-exiles-resolution-concerning-dolgyal-17-march-2014/

6. El Dalai Lama nunca se ha pronunciado en contra de la segregación de la comunidad Shugden.

Los practicantes budistas seguidores de Shugden han sido humillados desde que el Dalai Lama dio una charla pública en 1996, en la que los acusó, a ellos y a su práctica, de ser un riesgo para su buena salud y un obstáculo para un Tibet libre. Cualquier persona inteligente puede imaginar el rencor que estas incendiarias acusaciones suscitaron contra los practicantes de Shugden. Desde entonces, el Dalai Lama no ha dicho o hecho nada en absoluto para frenar la oleada de discriminación contra los practicantes Shugden.

En el momento en que propuso un referéndum de consulta sobre la segregación de los Shugdenpas –donde la mera mención de un referéndum para tal fin ni tan siquiera sería fácil de aceptar para quienes respeten los derechos humanos- el Dalai Lama dijo:

“Si sale un resultado de que más del 60 o 70 por ciento dice […] que no quieren saber nada de los practicantes de Dolgyal […] entonces, obviamente, sería mejor para ellos que se fueran de vuelta [al Tibet]. ¿Para qué se iban a quedar?”

El calibre de una democracia saludable se mide por la importancia que otorga a las minorías. El mundo espera que sus líderes muestren este ejemplo. Independientemente de lo que el Dalai Lama haya hecho en otros asuntos, en lo que respecta a este, está dejando por los suelos a su institución y a su propia figura.

Desearíamos que el Dalai Lama cambiara de rumbo y liderara a su pueblo hacia la armonía. Mientras tanto, tal como están las cosas, es probable que su desdeño hacia la comunidad Shugden siga representando una mancha indeleble en su reputación.

A quienes les encanta defenderle a base de criticarnos a nosotros, les querríamos animar a que, en lugar de tratar de rechazar de plano nuestras protestas, le pidieran al Dalai Lama que siga su propio consejo y dé paso al diálogo, promoviendo la armonía y la tolerancia y frenando activamente la opresión y la discriminación dentro de su propia sociedad.

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NT: La Iglesia Baptista de la calle 16 en Birmingham, Alabama, es una localización famosa en la historia de la lucha por los derechos civiles en los EE.UU. Situada justo frente al Kelly Ingram Park donde, hace 50 años, tuvo lugar una represión policial desmedida y violenta a las manifestacions pacíficas de la comunidad negra, lideradas por el reverendo Martin Luther King Jr. que reclamaba el fin de la segregación racial. La cobertura mediática de este desmedido asalto policial tuvo una gran repercusión social que significó finalmente la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de los EE.UU. que declaró ilegal la desigualdad de derechos y la discriminación. (Fuente;> http://www.nps.gov/nr/travel/civilrights/al10.htm)

བདེན་པའི་ར་སྤྲོད། Video de “Tibetan Public Talk” Tibetanos que han experimentado la prohibición hablan abiertamente

Video del Canal “Tibetan Public Talk” (http://tptusa.org) .

‘བདེན་པའི་ར་སྤྲོད། Los hechos auténticos’

https://www.youtube.com/watch?v=78o-1s9hDos

(parte 1 de 2)

En este video se puede ver la verdad del conflicto en la comunidad tibetana: se está discriminando y sometiendo al ostracismo a las personas que practican Shugden. Sus derechos humanos y religiosos están siendo totalmente violados por el Dalai Lama y sus ciegos seguidores.

Algunos fragmentos extraídos del video:

​“Llamaron (de la oficina del representante del Dalai Lama) a mi hermana pequeña después de que yo me marchara y le dijeron “varios adoradores del espíritu pagados por los chinos han parado en tu casa y eso no está permitido…”

¿Cómo puede ser que (la oficina del representante del Dalai Lama) no permita que vea a mi propia hermana, creando tan mal karma? …¡No hay ningún lugar en el mundo que impida esto!

“Vivir en mi comunidad es muy difícil si practicas Doryhe Shugden. La gente de la comunidad y el líder vinieron para que firmáramos un juramento de que ya no estábamos practicando, cosa que mi difunto marido rechazó. Pero ellos pidieron a mi hija que no tuviera más contacto con nosotros, con sus padres, este es mi otro problema, porque ella ha tenido un hijo con un hombre que no es practicante de Shugden. (A pesar de eso, aunque) sus padres quieren traer a su nieto a las escuelas de Dharamsala, les están diciendo que el niño no puede entrar en una escuela de Dharamsala”.

“En la comunidad tibetana de Ooty tuvieron una reunión sobre el asunto de Doryhe Shugden y aprobaron una moción que obliga a cada individuo a jurar que no se relacionará con practicantes de Doryhe Shugden, sin dar más opciones a la gente, (estamos siendo) suprimidos completamente, todos han de hacer este juramento. Al final sólo quedaron 3 familias. No nos queda ninguna esperanza de que alguien pueda solucionar esto. Incluso nuestros amigos más cercanos no pueden hablar con nosotros. Así que me siento muy triste y confundida ¿hasta dónde llegarán las cosas si nos quedamos en esta comunidad tibetana? Estas acciones tan crueles no benefician ni en lo religioso ni en lo político. Nunca en mi vida he hecho nada que dañe a los tibetanos ni a la causa de Tibet, ni lo haré en el futuro, no soy ese tipo de persona. Siempre he servido con voluntad a la comunidad, sin infringir la ley. Pensaba que vivíamos en un mundo abierto y moderno, en el que todo el mundo podía expresar lo que quisiera decir, pero en este tema esto no es así –ponen tanta presión que uno no puede expresar lo que piensa, así que algunos, yo misma, nos sentimos tristes y avergonzados, con pena de ver el tipo de comunidad en la que estamos viviendo. Ellos piensan que tienen el derecho y (se sienten) orgullosos de trabajar para la causa tibetana pero, en realidad, todo esto es muy vergonzoso y dañino para el Tibet y para los tibetanos que vivan en esta nueva etapa.”

“No veo nada constructivo como resultado de esta prohibición, sino malas consecuencias -como divorcios y separaciones entre familiares, expulsiones de los monasterios y de diferentes instituciones, y relaciones discipulo-maestro dañadas. Están creando un enorme mal karma para sí mismos y los demás.”

“Ahora han forzado a nuestros vecinos a que no nos hablen, ni nos miren, que corten completamente cualquier comunicación. El representante de la comunidad vino a mi casa para que firmara el juramento de no practicar Doryhe Shugden y les rogé, con mis manos juntas, que no me crearan problemas. Primero porque soy una mujer anciana y (también porque) he estado practicando Doryhe Shugden toma mi vida desde que estaba en el Tibet. Les dije: No voy a abandonar estas oraciones tan especiales, lo siento. Entonces le pidieron a mi hija que firmara y ella les dijo que no iba a firmar. Vinieron un par de veces a nuestra casa. Ahora se nos ha hecho un vacío total en nuestra comunidad. Nos dieron una carta en la que no se nos permite asistir a ninguna asamblea pública”.