El día 1 de Mayo de 2014 en el periódico noruego Dagbladet de tirada nacional apareció la siguiente noticia,
http://www.dagbladet.no/2014/05/01/nyheter/innenriks/dalai_lama/dalai_lama_oslo/buddhisme/33070619/
cuya traducción completa se muestra a continuación:
Dalai Lama eres un hipócrita
El premio nobel de la paz se va a encontrar la mayor protesta internacional de los últimos 8 años, de diferentes comunidades budistas marginadas.
Esta monja budista [la noticia ofrece un video de 2:36 mins entrevistándola] denuncia al líder budista Dalai Lama (78) y va a manifestarse en cada uno de los lugares que visite en Oslo el galardonado premio nobel de la paz de 1989.
El canadiense-británico Crystal Collins (39), de un colectivo budista en Nesodden, no será tampoco el único en alzar la voz contra los actos del Dalai Lama. Entre 350 y 500 budistas practicantes de la deidad Shugden provenientes de Estados Unidos, Australia, Singapur, Reino Unido, Italia y Canadá estarán también yendo a Oslo la próxima semana para la reivindicación al gran icono de los “otros budistas”.
– Nosotros no estamos en contra de Dalai Lama, simplemente queremos que retire la prohibición que ha impuesto sobre la práctica espiritual de Doryhe Shugden, que él considera dañina. Ésta prohibición ha llevado a la exclusión de 4 millones de budistas en todo el mundo. Somos un grupo muy pacífico, dijo a Dagbladet el portavoz estadounidense del grupo internacional de practicantes de Shugden, Len Foley.
La mayor manifestación desde 2008
De los 10.000 practicantes budistas en Noruega, 1.000 pertenecen a [alguna de las tradiciones que tienen] la práctica de la deidad Shugden. Según Crystal Collins, el grupo de manifestantes en Oslo será la mayor manifestación contra de Dalai Lama a nivel internacional, desde 2008, de practicantes budistas “no ortodoxos”. Según Collins un número limitado de simpatizantes de este grupo ha recibido permiso de la policía para manifestarse en los lugares que visitará el Dalai Lama.
-“No nos venga con sus mentiras. Deje ya su comportamiento hipócrita”. Este será el mensaje principal de nuestras pancartas. “Es penoso que se considere al Dalai Lama como un defensor de los derechos humanos, cuando él mismo ni tan siquiera tolera la libertad religiosa en las distintas ramas de su propia religión”, dice Collins a Dagbladet.
- La razón por la que nos manifestamos es así de sencilla. Nosotros no entramos en el tema de la independencia del Tíbet. La crítica que se nos ha realizado de pertenecer al gobierno Chino no tiene el más mínimo sentido. No recibimos ningún apoyo económico de China, dice Crystal Collins.
En el vídeo se explica con más detalle la visión de los practicantes de Shugden en relación a la visita del Dalai Lama.
- Agresivos y violentos.
La relación entre budistas no es, obviamente, tan pacífica como lo que mayoría de la gente parece entender -al menos no entre todas las tradiciones budistas.
Los budistas de Shugden tienen documentados muchos casos de exclusión y discriminación que padecen, debido a la influencia de Dalai Lama.
Los simpatizantes de Dalai Lama no ponen la otra mejilla para promover paz y armonía.
El profesor den budismo indo-tibetano Robert Thurman, de la Universidad de Columbia en Nueva York, es uno de los seguidores más cercanos del Dalai Lama.
– No son en absoluto un grupo pacífico que quiere que se le deje en paz en su religión. Están siendo agresivos, física y verbalmente, librando una batalla agresiva y violenta para desacreditar al Dalai Lama, dijo.
– Forman parte de la estrategia del gobierno chino.
Él cree que el grupo es parte de la maquinaria propagandística del gobierno chino para oponerse al Dalai Lama y que el grupo respalda las afirmaciones de China de que el Dalai Lama es “un lobo en piel de cordero”, un demonio y un opresor religioso.
- Si solo quisieran ser religiosos y pacíficos, por qué están manifestándose en las calles con su agresiva y costosa campaña ? Se pregunta el profesor retóricamente.
El opina que la estimación de 4 millones de practicantes es una exageración.
– Incluso si dividiéramos ese número por cien, aún sería demasiado alto, escribe a Dagbladet por email.